Esta decisión del Congreso de Perú deja a Pedro Castillo con menos poder
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El gobierno peruano ha intentado presentar una imagen más moderada alejándose de la agenda socialista del movimiento Perú Libre.
Redacción | Primer Informe
Los legisladores peruanos aprobaron una ley que limita las facultades del presidente Pedro Castillo para disolver el Congreso. La movida de los legisladores significa un revés para el accidentado mandato del presidente ultraizquierdista.
Castillo es representado por una minoría en el Parlamento. Por eso, la oposición, aprobó la propuesta que modifica un mecanismo constitucional conocido como voto de confianza. La medida pasó con 79 votos de 130.
Al mismo tiempo, ignoró un proyecto de ley presentado por el propio Gobierno de Castillo. El mandatario buscaba restringir la capacidad de los legisladores para iniciar un proceso de destitución contra el presidente.
De acuerdo con la Constitución peruana, el presidente puede disolver el Congreso si los legisladores le niegan dos veces un voto de confianza. El último en utilizar ese recurso fue el expresidente Martín Vizcarra, En 2019, disolvió el Congreso mediante ese mecanismo.
Tras la última votación del Congreso, el presidente ya no puede pedir voto de confianza sobre reformas constitucionales. Solo puede pedirlo en relación a políticas de gobierno.
Por otro lado, el Congreso mantiene su poder para destituir al presidente por motivos de incapacidad moral. Una definición muy amplia que ha provocado la destitución o dimisión de tres presidentes en los últimos cuatro años.
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Castillo el «moderado»
La administración de Castillo plantea ahora un cara un poco más conservadora que cuando inició el mandato. Respecto a la decisión del Congreso, la presidenta del Consejo de Ministros, Mirtha Vásquez, dijo que representaba un gran riesgo para el país.
La funcionaria argumenta que significaría un peligroso desequilibrio de poderes que afectaría el sistema democrático peruano.
El cambio de tónica de Castillo se había evidenciado con la destitución del primer ministro Guido Bellido, la voz de izquierda más extrema. El presidente cambió también a 6 ministros más de su gabinete de 10.
Mientras tanto, Perú Libre, el partido del propio Castillo, respondía diciendo que la movida era «una traición a todas las mayorías» que lo llevaron al poder.
Los choques entre los discursos radicales de Bellido y la intención de Castillo de moderarse condujeron a la separación.
Castillo apostaba a la inversión extranjera y la estabilidad económica. Bellido, por su parte, era la caja de resonancia de los radicalismos de Vladimir Cerrón, el ideólogo de Perú Libre calificado como una influencia negativa en administración del actual presidente peruano.
Bellido dificultó las labores de gobierno de Castillo en los primeros meses de gobierno. Eso a pesar de que su función como primer ministro era ser vocero y mano derecha de la Presidencia.
Con información de Bloomberg.
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