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«Ocupaba el cuarto o quinto lugar [en las encuestas], así que les convenía más muerto que vivo», dijo Correa quien luego fue desmentido por otra encuesta realizada días antes del fatal incidente que colocaban a Villavicencio de segundo en la intención de voto.
Redacción | Primer Informe
El expresidente autócrata ecuatoriano Rafael Correa, prófugo eludiendo sus condenas por corrupción en Bélgica, afirmó esta semana que el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio fue un “complot de derecha” para “afectar” el desempeño electoral de la candidata de su partido, Luisa González.
Villavicencio se convirtió en un nombre muy conocido en el país como periodista, conocido por exponer múltiples esquemas de corrupción bajo Correa, quien gobernó Ecuador de 2007 a 2017. La investigación de Villavicencio como periodista y, más tarde, miembro de la Asamblea Nacional de Ecuador fue fundamental para la condena de Correa.
Villavicencio fue uno de los ocho candidatos en las elecciones presidenciales de Ecuador del 20 de agosto y llevó a cabo una campaña antisocialista, antichina y anticorrupción. Él fue asesinado en una lluvia de disparos el 9 de agosto que hirió a otras 20 personas en Quito cuando salía de un mitin de campaña.
«Es evidente que es un complot, que la policía está involucrada, ¿y a quién beneficia este complot? A la derecha política ecuatoriana porque necesitaban un sacrificio político como éste, culparnos para evitar que ganemos en una sola vuelta», dijo Correa a la agencia EFE.
«Sólo una hecatombe política podía impedir nuestro triunfo en una sola vuelta y esa hecatombe fue el brutal asesinato de un acérrimo adversario nuestro, Fernando Villavicencio», continuó Correa. «Ocupaba el cuarto o quinto lugar [en las encuestas], así que les convenía más muerto que vivo».
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En realidad, los resultados de una encuesta publicada el miércoles por la agencia de sondeos ecuatoriana Cedatos muestran a Luisa González, del partido izquierdista Revolución Ciudadana de Correa, en cabeza de la carrera con el 24 por ciento y a Villavicencio en segundo lugar con el 12,5 por ciento de los votos. La encuesta se realizó entre el 7 y el 9 de agosto, antes del asesinato de Villavicencio.
Correa dijo a EFE que el asesinato de Villavicencio «cambió toda la realidad y pateó el tablero electoral» de las próximas elecciones presidenciales.
«Crean toda una narrativa de que nosotros habíamos amenazado a Villacencio y que somos los culpables del asesinato», dijo Correa. «Y eso, por supuesto, ha golpeado muy duro nuestra candidatura [de González] y ha movido el tablero electoral, pero es algo inaudito».
Las autoridades ecuatorianas han detenido hasta ahora a seis hombres colombianos en relación con el asesinato de Villavicencio. Correa, aliado de los regímenes comunistas de la región y notorio antinorteamericano, acusó al comandante general de la Policía Nacional de Ecuador, Fausto Salinas, y al ex ministro del Interior Patricio Carrillo de jugar un papel en el asesinato de Villavicencio, llegando a «vincularlos» con la CIA sin aportar ninguna prueba que sustente ninguna de sus afirmaciones.
«Siempre se dijo que Villavicencio era un informante de la CIA y cuando estos informantes elevan demasiado su perfil, cuando sus ambiciones se desbordan y quiere ser presidente, también es un estorbo para la CIA», afirmó Correa.
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