El misterioso caso del misionero keniano defensor de los Warao encontrado colgado de un árbol en Venezuela
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El sacerdote africano era muy apreciado en la comunidad indígena Warao, a la que acompañó en sus dificultades generadas por las malas condiciones de vida en Venezuela.
Redacción | Primer Informe
Los residentes de un pueblo del este de Venezuela exigen una investigación exhaustiva sobre la macabra muerte del padre Josiah Asa K’Okal, misionero de la Consolata de Kenia, de 54 años.
El cuerpo del padre K’Okal, miembro de la congregación de los Misioneros de la Consolata, fue descubierto por agentes de policía colgado de un árbol en una zona forestal de Guara, estado de Monagas, el 2 de enero, un día después de su desaparición.
Según informes locales, el misionero salió en su bicicleta de la casa de la congregación en el sector Paloma de la comunidad de Tucupita alrededor de las 9 de la mañana del día de Año Nuevo, dejando sus documentos de identidad y su teléfono móvil en la casa.
A las 10 de la mañana visitó a los residentes en un tramo de la carretera nacional y fue visto por última vez alrededor de las 11 de la mañana.
La iglesia emitió un comunicado expresando su dolor y pidiendo oraciones por el alma del padre K’Okal y consuelo para su familia.
“Con profundo dolor anunciamos el fallecimiento del Padre Josiah Asa K’Okal, quien se encontraba desaparecido desde ayer 1 de enero de 2024”, se lee en el comunicado emitido por los Misioneros de la Consolata de Venezuela el 2 de enero.
El comunicado continúa pidiendo «la misericordia del Señor para él y el consuelo para todos nosotros, su familia y sus amigos».
Describieron a K’Okal como persona atlética, hábito que adquirió durante su etapa como corredor de maratón en Kenia. El sacerdote a veces corría, andaba en bicicleta y hacía largos recorridos por las parroquias, que compaginaba con su labor evangelizadora para visitar las parroquias de las que era responsable.
«Querido hermano, que en paz descanse tu alma. Gracias por tanto amor a esta tierra venezolana, gracias por ser un gran misionero. Que María Consolata te tenga entre sus elegidos», se lee en el sitio web de la Congregación Misionera.
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Defensor de los Warao
Según la Congregación Misionera, K’Okal nació el 7 de septiembre de 1969 en Siaya, al oeste de Kenia. Ingresó en la Congregación Misionera de la Consolata donde hizo su profesión religiosa en 1993.
Luego de estudiar teología en Londres, fue ordenado sacerdote el 9 de agosto de 1997. Ese mismo año fue enviado a Venezuela, donde trabajó en diversas misiones. También ha servido a su Congregación como Administrador, Consejero, Vicerrector y Superior de la Delegación Misionera de la Consolata en Venezuela.
Desde 2006, en su gran compromiso con los indios warao, estudiaba su lengua y cultura y acompañaba su «migración» a muchas regiones de Venezuela y Brasil debido a la crisis que atravesaba el país.
Por su compromiso y servicio al pueblo venezolano recibió la nacionalidad venezolana y fue reconocido como un misionero “de una gran sonrisa”, de cercanía y diálogo.
En 2022, recibió una Maestría en Antropología de FLACSO en Ecuador sobre los Warao migrando a Brasil. Su estudio se tituló: «Entre vulnerabilidad y resistencia estratégica: el caso de los desplazados Warao en Boa Vista».
El cuerpo de K’Okal fue llevado a la morgue cercana después de que comenzó la investigación. Aunque se desconoce la causa exacta de su muerte, los miembros de la comunidad han pedido a la policía que arreste a cualquiera que pueda haber estado involucrado.
K’Okal era ampliamente respetado por su extraordinaria dedicación como sacerdote y su trabajo desinteresado como misionero.
Información de The EastAfrican.
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