Lo que dejó al descubierto el escándalo migratorio de Juan Guaidó en Colombia
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Tanto dentro del gobierno de Gustavo Petro, como en los círculos que rodean a la oposición venezolana, lo que generó la movida del ex presidente interino Juan Guaidó, fue más que llamativo.
Redacción | Primer Informe
Juan Guaidó aterrizó esta semana en los Estados Unidos tras ser expulsado unilateralmente de Colombia cuando intentaba presentarse en una cumbre organizada por el gobierno de Gustavo Petro, aliado del régimen de Nicolás Maduro, sobre el futuro de Venezuela.
El ex presidente interino de Venezuela, llegó a Miami en un vuelo comercial desde Bogotá el lunes en la noche. Según dijo a The Associated Press, su principal prioridad es solucionar el tema de su seguridad personal y la de su familia.
Las autoridades colombianas dijeron que Guaidó estaba sujeto a un proceso administrativo por haber cruzado la frontera sin que le sellaran el pasaporte. Pero Petro dijo que Guaidó no había sido deportado y que viajó a Estados Unidos con permiso de ese país.
Guaidó confirmó la intervención de la administración Biden, cuando fue amenazado con ser deportado tras cruzar la frontera en Cúcuta, desde donde buscaba tomar un vuelo a Bogotá.
«Básicamente, hubo una amenaza de que esto podría ser motivo de deportación», dijo. «Eso fue vía telefónica (con) funcionarios diplomáticos… Fue gracias a la mediación de Estados Unidos que en mi caso siento que no fui deportado».
«Lamentablemente, la persecución de la dictadura se extendió hoy a Colombia», dijo Guaidó en una declaración grabada en vídeo en el interior del avión en el que viajó a Estados Unidos.
Dijo que un funcionario del gobierno estadounidense le entregó el billete a Miami después de que agentes de inmigración colombianos lo escoltaran hasta el aeropuerto de Bogotá. Su esposa y sus dos hijas permanecen en Venezuela, por las que está profundamente preocupado. Dijo que está explorando «todas las opciones» con respecto a su futuro.
El partido de Guaidó, Voluntad Popular, condenó lo que calificó de «expulsión arbitraria» de Colombia.
Sin embargo, Petro contraatacó afirmando que su país habría ofrecido «gustosamente» asilo a Guaidó si hubiera llegado a un puerto de entrada oficial y presentado un pasaporte.
«No hay razón para entrar ilegalmente al país», tuiteó el presidente izquierdista de Colombia.
«Claramente, un segmento de la política quiso perturbar el avance sin obstáculos de la conferencia internacional sobre Venezuela», agregó Petro. Y es que aunque las acciones de Guaidó recibieron la crítica y los resultados esperados para un personaje que está más aislado y solo en el ámbito de la oposición venezolana, también dejaron en evidencia una actuación por parte del gobierno de Gustavo Petro a favor del régimen de Nicolás Maduro.
«Un venezolano cruzando la frontera en busca de alimentos, comida, refugio, protección de una dictadura no es una novedad en absoluto», dijo. «Entonces yo creo que esto sin duda fija una posición por parte del presidente Petro y de su gobierno… Si el presidente quiere ser el interlocutor del dictador, ese será su papel», evidenció Guaidó.
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Ruptura en la oposición
La noticia de las acciones de Guaidó en Colombia y que terminaron con el legislador opositor en Estados Unidos, también mostró las costuras dentro de las redes opositoras venezolanas.
El jefe negociador de la Plataforma Unitaria, Gerardo Blyde, cuestionó que algún miembro de la comitiva para el diálogo en México no se solidarice con el líder opositor Juan Guaidó, luego de que tuviera que salir del país ante las amenazas del régimen en su contra.
“Mal podríamos ninguno de nosotros los negociadores no expresar solidaridad”, dijo Blyde en entrevista en Circuito Éxitos.
Destacó que la mayoría de los precandidatos opositores ya se han solidarizado con Guaidó y pidió “no ser chiquitos de alma” cuando otro esté pasando por una situación como ésta porque “no sabemos en el momento en que cualquiera pueda caer”.
En este sentido, Blyde se excusó por no haberse expresado antes en respaldo a Guaidó y manifestó su “absoluta solidaridad, y estoy hablando no solo en nombre propio sino de toda la delegación de la Plataforma Unitaria, mi absoluta solidaridad con Juan Guaidó como perseguido político e igual con cualquiera que pudiera estar en su condición en el país como fuera”.
Dijo que “esto lo expresaría con cualquier dirigente político de cualquier tendencia que pueda sentir amenazada su seguridad, su vida o su libertad, porque nadie tiene derecho a apresar a otro por lo que piensa o porque te adversa. Nadie tiene derecho a usar el poder del Estado para oprimir al contrario”.
Blyde agradeció a Estados Unidos por brindar resguardo a Guaidó y subrayó que “tiene derecho a protegerse él y su familia”.
¿Un triste final?
Entrevistado por The Guardian, Christopher Sabatini, especialista en América Latina de Chatham House en Londres, dijo que la decisión de Colombia de enviar a Guaidó a empacar era un reflejo melancólico de cuán dramáticamente había cambiado su posición política desde principios de 2019, cuando lideró enormes protestas por las calles de Caracas y disfrutó de un importante apoyo mundial.
«Es una especie de triste coda a su supuesta presidencia», dijo Sabatini, quien dijo que sospechaba que la decisión de Guaidó de viajar a Colombia era un truco político diseñado para reafirmar su menguante autoridad sobre la oposición de Venezuela.
De hecho, Sabatini cree que el movimiento de Guaidó -que comparó con un intento fallido de regreso del actor estadounidense Mickey Rourke- no ha hecho más que poner de manifiesto su debilidad. «Es pura actuación. Intenta volver a ser relevante, pero consigue el efecto contrario. Le hace parecer triste.
«La verdad es que la mayoría de los gobiernos que están asistiendo [a la conferencia de Petro] -España, Reino Unido, Chile y otros- ya no reconocen al gobierno [de Guaidó], tal como era, o ahora se están comprometiendo con el gobierno de Maduro», agregó Sabatini.
«Se ha convertido un poco en una caricatura, para ser honesto. [No tiene autoridad real ni mucha popularidad. Está claro que intenta acaparar titulares y hacerse relevante y atractivo». Pero el drama de esta semana no ha hecho más que «reforzar la sensación de su irrelevancia».
Por su parte, la politóloga de la Universidad Helmut-Schmidt, en Hamburgo, Ana Soliz de Stange, dijo a la DW que este hecho le dio «una solución a Guaidó para salir de Venezuela sin tener que decir que ha huido. De esta manera, se ha visto forzado a irse a Estados Unidos».
«Pienso que lo mejor que puede hacer Guaidó es apartarse. Él y su equipo tuvieron su momento, pero no estuvieron a la altura de la situación. Lo que puede hacer ahora es apoyar una candidatura única de otro líder de la oposición venezolana», añadió la investigadora.
Con información de The Guardian, Monitoreamos y DW.
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