Otro tripulante iraní del avión de EMTRASUR vincula a Cuba en el espionaje terrorista internacional
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El presidente de Paraguay pidió una investigación sobre si el copiloto del avión venezolano iraní se sometió a una cirugía plástica para cambiarse el rostro en Cuba.
Redacción | Primer Informe
El presidente paraguayo, Mario Abdo Benítez, afirmó esta semana que «gran parte» de la tripulación del avión venezolano iraní de EMTRASUR retenido en Argentina y que pasó por su país en mayo pasado, está vinculado con el terrorismo internacional. En sus declaraciones, el mandatario detalló a reporteros cómo «uno, inclusive, se operó la cara, para cambiarse la cara en Cuba. Imagínense, parece una película».
Abdo Benítez agregó que sobre este tema «más cosas se van a saber en el tiempo». El sospechoso iraní señalado por Paraguay, sería Mohammad Khosraviragh.
La declaración fue confirmada por dos altos funcionarios del gobierno paraguayo en materia de seguridad. Tanto Federico González, el ministro del Interior y Cecilia Pérez, asesora en Asuntos de Seguridad de la Presidencia, ratificaron la versión pero no dieron detalles.
El ministro declaró a Radio Ñandutí que lo que dijo el presidente se había recibido como una «información de inteligencia con relación al cambio o a la cirugía que pudo haber tenido uno de los tripulantes de esta aeronave que estuvo en Paraguay y que ahora está retenida en Argentina».
Dijo que la información llama «la atención desde el punto de vista de inteligencia y de seguridad». Aclaró que la data está en manos de la justicia argentina por lo que prefirió no dar «mayores datos».
Pérez, por su parte, confirmó que la presunta cirugía de este tripulante del señalado avión, «es parte de la investigación».
El sospechoso iraní señalado por Paraguay, sería Mohammad Khosraviragh, quien sería parte del aparato de espionaje iraní.
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El castrismo y el espionaje iraní
Desde la llegada del presidente iraní Mahmud Ahmadineyad al poder, Irán y la Venezuela chavista se acercaron como nunca antes. Esta alianza no podía excluir a Cuba, a donde el entonces primer mandatario persa viajaba constantemente para encontrarse con los líderes de la ultraizquierda latinoamericana.
Según recoge un informe de INFOBAE, entre 2005 y 12013, Ahmadinejad viajó nueve veces a Suramérica. En todas los viajes hizo escala en Venezuela con tramos a Bolivia, Brasil, Cuba, Ecuador y Nicaragua.
Aunque ya an pasado 9 años desde la salida de Ahmadinejad del poder, la relación entre Teherán, La Habana y Caracas está mejor que nunca. Los une una ideología antiestadounidense pero con intereses económicos de gran nivel que se desarrollan en grandes redes donde el terrorismo no escapa.
Estas naciones han aportado a las operaciones de Hezbollah, el partido militar libanés creado y financiado por la Guardia Revolucionaria de Irán para influir en Medio Oriente. Especialmente Venezuela y Cuba han sido de gran ayuda para establecer la base que tiene el grupo terrorista en la triple frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay.
Todo esto también estimuló una fuerte alianza entre los servicios de inteligencia de las tres naciones, que además mantienen estructuras de espionaje como la columna vertebral de su aparato de seguridad.
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