La historia de la estafadora ucraniana que se coló en Mar-a-Lago y se retrató con Donald Trump
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Inna Yashchyshyn, alias Anna de Rothschild, fue invitada a Mar-a-Lago y se hizo pasar por miembro de la dinastía bancaria europea.
Redacción | OCCRP
Anna de Rothschild se integró perfectamente cuando atravesó las puertas de Mar-a-Lago. Llevando el nombre de la realeza bancaria europea, lució un Rolex en su muñeca, condujo un nuevo Mercedes Benz AMG G63 y presumió de sus conexiones con grandes proyectos inmobiliarios.
Los ricos y poderosos con los que se mezcló en el centro turístico de Florida, incluidos los familiares y amigos cercanos del 45º presidente de Estados Unidos, parecían ignorar que esta mujer de 33 años, segura de sí misma y con una larga melena, no era una Rothschild.
El OCCRP y The Pittsburgh Post-Gazette han averiguado que la mujer que, según los invitados, se hizo pasar por Rothschild es en realidad Inna Yashchyshyn, una inmigrante de habla rusa nacida en Ucrania, hija de un camionero y antigua directora de una organización benéfica de Miami llamada United Hearts of Mercy.
También está siendo investigada por las fuerzas del orden canadienses, y el FBI está haciendo preguntas sobre sus negocios.
Su organización benéfica fue expulsada de la plataforma de procesamiento de pagos Stripe después de que sus expertos descubrieran que se utilizaban números de tarjetas de crédito robadas de Hong Kong para dirigir las donaciones a la organización benéfica.
Los antecedentes de Yashchyshyn y sus motivos para acudir a Mar-a-Lago, donde se fotografió junto al expresidente Donald J. Trump en mayo de 2021, siguen siendo un misterio.
Para añadir una capa adicional de intriga, Yashchyshyn y su antiguo socio comercial Valeriy Tarasenko han interpuesto sendos mandatos de violencia doméstica en el sur de Florida. Él afirma que ella es una estafadora y una depredadora que se aprovecha de los hombres mayores ricos y abusa de su hija adolescente. Ella lo califica de delincuente violento que la tenía secuestrada.
El hecho de que a Yashchyshyn se le concediera aparentemente un fácil acceso a lo que Trump apodó su Casa Blanca de invierno es más preocupante cuando se ve en el contexto de la redada del FBI en Mar-a-Lago el 8 de agosto para incautar documentos gubernamentales clasificados como parte de una investigación federal.
Fotos y vídeos de mayo de 2021 obtenidos por el Post-Gazette y el OCCRP muestran que Yashchyshyn era bastante convincente como impostora de Rothschild, un hecho confirmado por las entrevistas con múltiples personas que se reunieron con ella en el resort.
«No se limitó a dejar caer el nombre de la familia. Hablaba de viñedos y de fincas familiares y de haber crecido en Mónaco», dijo John LeFevre, antiguo banquero de inversiones y autor.
LeFevre describió cómo se reunió con ella junto a otros invitados en torno a la piscina del club el 1 de mayo.
Al día siguiente, Yashchyshyn tenía acceso al ex presidente de EE.UU., al senador republicano por Carolina del Sur Lindsey Graham y a otras luminarias políticas que Trump atrae regularmente a su casa de Florida, el epicentro del actual Partido Republicano.
Yashchyshyn dijo en declaraciones juradas realizadas en el marco de su disputa judicial en Estados Unidos con su ex pareja Tarasenko que nunca ha utilizado otro nombre y que no ha infringido ninguna ley. En una entrevista con el Post-Gazette, dijo que no conocía a Anna de Rothschild.
«Creo que hay un malentendido», dijo.
Yashchyshyn dijo que todos los pasaportes o permisos de conducir con el nombre de Rothschild y su foto habían sido fabricados por Tarasenko o su familia.
«Todo eso es falso, y no pasó nada», dijo.
El OCCRP y el Post-Gazette enviaron preguntas detalladas a Yashchyshyn y a su abogado Andrew J. Smallman. Se negaron a responder.
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Rozando los hombros, lanzando planes
El camino que llevó a Yashchyshyn a Mar-a-Lago y al lado de Trump duró años. Se involucró en una organización benéfica fraudulenta, hizo viajes al Caribe y cortejó a varios grandes jugadores con posibles ideas de negocio.
Entre las personas que conoció por el camino estaban el promotor inmobiliario Paul Barton y el partidario de Trump Elchanan «Elki» Adamker, fundador de una empresa de servicios financieros de Nueva York.
Barton declaró que dos agentes inmobiliarios le presentaron a Inna Yashchyshyn y que su empresa familiar le pagó varios viajes en avión privado a un proyecto de lujo que estaban desarrollando en las Bahamas. Dijo que le ofreció la oportunidad de participar en una operación de venta de propiedades en una extensa urbanización por 55 millones de dólares y recibir una comisión, aunque al final esto nunca ocurrió.
A Barton le contó que había participado en proyectos como un circuito de Fórmula 1 en Miami, un rascacielos en Mónaco y un proyecto de apartamentos en Montreal. Se codeó con las grandes estrellas, apareciendo en fotos con el rapero y empresario Ray J y el ingeniero automovilístico de origen argentino Horacio Pagani.
«Siempre pensamos que su abuelo tenía el dinero y que era un oligarca», dice Barton.
Fue Adamker quien invitó a Yashchyshyn a reunirse con él en Mar-a-Lago, adonde llegó en su Mercedes G-Wagon 2021 el 1 de mayo de 2021. No respondió a las peticiones de comentarios.
No está claro si ella se reunió ese día con Trump, que se preparaba para lanzar una recaudación de fondos de golf para recaudar dinero para las elecciones de mitad de período.
La recaudación de fondos se celebró al día siguiente en el Trump International Golf Club, a pocos kilómetros de Mar-a-Lago. Trump posó con Yashchyshyn para varias fotos. En una de ellas, ella aparecía junto a Trump y Graham, los tres sonriendo y haciendo gestos con el pulgar hacia arriba. Más tarde, un invitado bromeó con ella diciéndole que le cobraría mucho por las fotos.
«Anna, eres una Rothschild, puedes permitirte un millón de dólares por una foto tuya con Trump», le dijo el hombre en un vídeo obtenido por el Post-Gazette y el OCCRP.
A continuación, llevó a algunos de los invitados de vuelta a Mar-a-Lago. Allí se le unieron otros, entre ellos Adamker, el donante de la campaña de Trump Richard Kofoed, y Kimberly Guilfoyle, la novia de Donald Trump, Jr.
Varios de los asistentes acabaron cenando en un restaurante italiano cercano. Una foto de grupo muestra a la mujer a la que conocían como Anna de pie detrás de Guilfoyle, sentada, con las manos en el respaldo de la silla, y a Kofoed de pie cerca.
Kofoed declinó hablar de Yashchyshyn. Funcionarios de la Organización Trump y compañeros de campaña de Guilfoyle no respondieron a las peticiones para que hiciera comentarios. La oficina de Graham declinó hacer comentarios.
LeFevre y otros tres invitados entrevistados para este reportaje dijeron que Yashchyshyn dijo repetidamente a la gente que era una Rothschild, «y todo el mundo se lo tragaba», dijo.
Un invitado frecuente que organiza eventos políticos para Trump dijo al Post-Gazette, bajo condición de anonimato, que la semana siguiente, Yashchyshyn fue invitada a una recaudación de fondos para el ex gobernador de Missouri Eric Greitens celebrada en una mansión frente al mar cerca de Mar-a-Lago propiedad de Trump.
Semanas antes, Greitens -que se vio obligado a dimitir de la gobernación en 2018 tras ser acusado de chantajear a una mujer con una foto desnuda- había anunciado su candidatura al Senado, nombrando a Guilfoyle presidente nacional de su campaña.
Greitens firmó cuatro de sus libros para «Anna», muestran registros y entrevistas.
«Para Anna», escribió en uno, «¡¡¡Mantente fuerte!!!».
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De ‘Inna’ a ‘Ana’
No está claro cuándo llegó Inna Yashchyshyn a Estados Unidos y empezó a utilizar el nombre de Anna de Rothschild.
No tiene mucha huella pública, pero es residente permanente en EE.UU. desde hace al menos una década, según una extensa declaración que ella misma ofreció recientemente en un proceso judicial estadounidense. Sus padres viven en un suburbio de Chicago y Yashchyshyn ha pasado temporadas en Montreal y Miami.
Los periodistas han visto copias de pasaportes falsos estadounidenses y canadienses a nombre de Anna de Rothschild con la fotografía de Yashchyshyn, aunque ella insiste en que no tuvo nada que ver con su fabricación.
El OCCRP y el Post-Gazette han sabido que tanto la oficina del FBI en Miami como la policía provincial de Sûreté du Québec, en Canadá, han iniciado investigaciones relacionadas con sus negocios.
El FBI se negó a comentar si Yashchyshyn estaba siendo investigada, pero la Sûreté du Québec confirmó que su unidad de delitos graves había iniciado una investigación sobre ella en febrero. La Sûreté du Québec confirmó que su unidad de delitos graves había iniciado una investigación sobre ella en febrero, pero no pudo proporcionar más detalles.
La investigación del FBI podría implicar a la organización benéfica que dirigía, United Hearts of Mercy. Tres personas que viven en el sur de Florida confirmaron a OCCRP y el Post-Gazette que han sido entrevistados por el FBI sobre ella en los últimos siete meses, y todos dijeron que fueron interrogados acerca de la caridad, que también tiene una rama canadiense previamente dirigida por Tarasenko.
Fundada en 2010 en Canadá y en 2015 en Miami, United Hearts of Mercy afirma en su página de Facebook que ayuda a «liberar a los niños de la pobreza espiritual, social, económica y física» en África, Estados Unidos, Canadá, Haití y República Dominicana.
Como la organización benéfica de Miami afirmaba que era una entidad pequeña con ingresos inferiores a 50.000 dólares, no tenía que revelar públicamente la cantidad de dinero que ingresaba y gastaba.
Sin embargo, United Hearts ingresó más de 200.000 dólares en 2020, según sus propios documentos internos.
La contable pública certificada de la organización benéfica, Tatiana Verzilina, hizo una declaración jurada en diciembre de 2021 que fue entregada al FBI, alegando que la organización benéfica era en realidad una fuente de fondos ilícitos para el crimen organizado.
Verzilina alegó en la declaración, obtenida por el Post-Gazette y OCCRP, que ella ayudó a configurar la cuenta de Stripe para la caridad, sólo para comenzar a recibir «mensajes de voz de números desconocidos con acentos que si no devuelvo el dinero, yo y mi familia seremos dañados y asesinados». Dijo que su familia en Rusia -donde vive ahora- también recibió amenazas.
A través de publicaciones en Facebook, la organización benéfica solicitó donantes para ayudar a hacer llegar dinero a las víctimas del huracán Matthew en Haití en 2016 y a familias con dificultades en la vecina República Dominicana. No está claro a dónde fueron a parar los fondos. Del mismo modo, al menos 236.500 dólares llegaron a la organización benéfica en tan solo unas semanas después de que lanzara una campaña para recaudar dinero para las familias afectadas por Covid, según muestran los registros. Sin embargo, los procesadores de pagos no tardaron en interrumpir la recaudación por sospechas de fraude.
Stripe, Inc. determinó que el dinero que fluía hacia la entidad procedía de números de tarjetas de crédito y cuentas bancarias cuyo uso no estaba autorizado por los propietarios. Los reporteros del OCCRP enviaron correos electrónicos a docenas de esos pseudodonantes desde Hong Kong, y todos los correos fueron devueltos, sugiriendo que se trataba de direcciones de correo electrónico ficticias o inactivas empleadas para engañar al procesador de pagos.
Fundrazr.com, una plataforma de pago para organizaciones benéficas profesionales, confirmó al OCCRP que cerró una de las campañas de financiación de la organización benéfica, dirigida bajo el nombre de Verzilina, de su sitio en abril de 2020 «después de que no superara las comprobaciones internas de fraude», incluso antes de que se recaudara ningún dinero.
Daryl Hatton, de FundRazr, dijo que había dado de baja a United Hearts of Mercy porque la falta de una historia de fondo convincente y el hecho de que algunas cantidades de donaciones intentadas no coincidían con lo que la gente donaría normalmente levantaron sospechas.
«La historia no parecía cierta», declaró a OCCRP.
¿Niñera o no?
Yashchyshyn ha admitido haber trabajado para Miami Mama, una controvertida empresa del sur de Florida que ayudaba a futuras madres rusas a dar a luz en Estados Unidos para que obtuvieran la ciudadanía, y como «consultora independiente» para Ambit Energy, una empresa fuertemente multada en 2019 por estafar a clientes.
También forjó estrechos lazos con Tarasenko, de 44 años, un empresario criado en Moscú que ahora trabaja desde el sur de Florida. En los últimos años, las relaciones entre Tarasenko y Yashchyshyn se han agriado, y actualmente están envueltos en una amarga batalla legal. Ella afirma que fueron amantes; él lo niega.
Tarasenko dijo que contrató a Yashchyshyn en 2014 como niñera para cuidar de sus dos hijas mientras él viajaba por negocios. Yashchyshyn lo negó, afirmando en una declaración judicial que él la había coaccionado para conseguir fondos de hombres que conoció «en la calle o en algunos restaurantes o eventos o en línea.» Estos fondos se utilizaban, según ella, para apuntalar sus estilos de vida.
«Acudía a las citas, entablaba amistad y Valeriy cogía mi teléfono y empezaba a ponerse en contacto con los hombres desde mi teléfono y les pedía lo que necesitaban para comer, para pagar las facturas, les pedía dinero en efectivo, ya sabes», relató.
El Post-Gazette y el OCCRP hablaron con dos hombres que confirmaron que Yashchyshyn les había estafado miles de dólares. Uno de ellos fue mencionado en la declaración del contable compartida con el FBI.
Avergonzados, los dos hombres no quisieron que se utilizara su nombre, pero confirmaron que le habían prestado dinero que nunca les devolvió. Uno de ellos ha confirmado que fue entrevistado por el FBI.
Tarasenko y Yashchyshyn eran directivos de al menos dos de las mismas empresas en Florida. El empresario ruso, que fue detenido por llevar una porra de estilo policial en una estación de metro de Moscú en 1998, dijo que se ha reunido dos veces con agentes del FBI y discutió múltiples viajes que Yashchyshyn hizo a Mar-a-Lago.
En febrero de 2022, los documentos indican que Yashchyshyn dimitió de sus cargos en varias empresas de Florida, incluida la rama estadounidense de United Hearts of Mercy.
Utilizó «su identidad falsa como Anna de Rothschild para obtener acceso a políticos estadounidenses y entablar relaciones con ellos, incluidos, entre otros, Donald Trump, Lindsey Graham y Eric Greitens», escribió Tarasenko en una declaración jurada presentada el 1 de febrero en el condado de Miami-Dade. (Una declaración jurada es una forma de dejar constancia de algo cuando existe la preocupación de un posible litigio. No es lo mismo que una declaración hecha bajo juramento ante el FBI o un fiscal).
Entre las personas que han hablado con el FBI sobre Yashchyshyn se encuentra su exmarido Sergey Golubev. Ciudadano estadounidense de origen ruso, Golubev dijo que se casó con Yashchyshyn en 2011 para que ella pudiera obtener la residencia en Estados Unidos, pero que era un matrimonio solo sobre el papel.
«En algún momento, ella necesitaba una tarjeta verde permanente», dijo Golubev, de 48 años, al Post-Gazette. Añadió que fue entrevistado por el FBI en febrero y que los agentes le preguntaron por acusaciones de algo «ilegal: engañar a la gente y robar dinero.»
El exmarido insistió en que había perdido el contacto con ella tras su divorcio en 2016 y que desconocía sus actividades desde entonces.
«Ella no debería haber estado allí»
Mar-a-Lago es al mismo tiempo la residencia principal de Trump, un complejo turístico para miembros de pago y un lugar donde el ex presidente ha organizado actos de recaudación de fondos e incluso ha agasajado a líderes mundiales.
Según los expertos, la forma en que Yashchyshyn entró en Mar-a-Lago, accediendo a la familia directa de Trump y a destacados políticos, fue muy preocupante.
Lea el resto de esta historia en OCCRP.
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