Militares chavistas siguen torturando al ex-marine preso político de Maduro
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Régimen chavista no propone condiciones para liberar al prisionero estadounidense mientras su familia busca mediadores que ayuden a velar por su integridad.
Redacción | Primer Informe
Los tíos de Mathew John Heath, el ex marine preso político de Maduro, siguen intentando gestionar su liberación. En Washington, Everett y Trudy Rutherford buscan la mediación de organizaciones no gubernamentales y de diplomáticos para conseguir que el estadounidense vuelva a su país.
A Heath lo arrestaron en Venezuela en septiembre pasado. En un caso que su abogado denuncia como un montaje, lo acusan de terrorismo. Su familiares, por ahora intentan que alguna organización internacional compruebe el estado de salud, física y mental, del prisionero.
“Realmente no ha visto a su abogado, cara a cara, durante nueve semanas. El Dr. Guillermo Heredia no sabe cómo está la salud física de Matthew. No sabemos cómo está su salud psicológica”, dijo su tía, Trudy, a El Nuevo Herald.
Aunque existe una orden judicial para trasladarlo a una prisión con mejores condiciones, la misma no se ha ejecutado. Como protesta se niega a acudir a las audiencias de su caso. Se sabe que ha sido sometido a tratos crueles y degradantes.
Washington no reconoce al régimen de Maduro como el gobierno legítimo de Venezuela. Esa situación hace que los contactos diplomáticos directos no existan. Lo que a la vez dificulta cualquier acuerdo que podría significar la libertad de Heath.
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Ficha de intercambio
Todos los indicios señalan que Maduro no liberará al estadounidense a menos que pueda negociar alguna contraprestación.
“Maduro quiere algo a cambio de Matthew. Simplemente nos gustaría saber qué es, para que nuestro gobierno pueda involucrarse y comenzar a trabajar para que pueda regresar a casa”, dijo la tía del ex marine.
La Casa Blanca, entre tanto, sostiene que está monitoreando la situación de Heath con atención.
“Nosotros le hemos dejado en claro al régimen lo importante que es este tema para Estados Unidos. Las condiciones reportadas públicamente sobre el cautiverio de Matthew y su continuada detención sigue siendo una prioridad estadounidense que debe ser tratada”, dijo un vocero del Departamento de Estado.
Una extraña captura
Los hechos que llevaron al arresto de Heath en Venezuela no son claros. El estadounidense había estado en la ciudad de Cartagena en Colombia y planeaba llegar a Aruba. Se supone que en esa isla iba a buscar una embarcación que había comprado.
La Policía de Colombia lo arrestó en marzo de 2020. Lo acusaron de posesión de municiones para un arma de 9mm. Sin embargo, el estadounidense no llevaba ningún arma.
La familia cree que Heath pudo haber sido extorsionado. Eso motivó pedidos de dinero a su familia. Luego creen que una organización criminal lo vendió al régimen chavista.
Los Rutherford estuvieron en Washington la semana en una cena de premiación organizada por la Fundación James W. Foley. Ese grupo trabaja para liberar a los rehenes y a los detenidos ilegalmente. Lleva el nombre de un periodista estadounidense secuestrado y asesinado en Siria.
La familia de Heath aprovechó la cena para reunirse con otras familias. Tambien visitó a funcionarios del Departamento de Estado y al personal de la delegación de Tennessee en el Congreso.
Víctima de torturas blancas
Heath sigue detenido en la sede de la Dirección General de Contrainteligencia Militar. Específicamente en un sector conocido como “La Casa de los Sueños”.
La abogada Tamara Suju, del Instituto Casla, dice que allí, los prisioneros son envenenados gradualmente con el monóxido de carbono. El gas proviene de automóviles que entran y salen del estacionamiento en el tercer nivel de un sótano.
En ocasiones, los prisioneros tienen que tirarse al suelo para tratar de respirar el aire más limpio de un pasillo adyacente que cuenta con aire acondicionado.
“Matthew está siendo sometido a lo que se llama ‘tortura blanca’, que es la que no deja rastros físicos, pero tiene un severo impacto psicológico”, explica Suju. La abogada sostiene que con el exmarine Heath se intenta dar un ejemplo.
Con información de El Nuevo Herald.
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