Políticas de la izquierda argentina instalan la escasez de combustible en el país a semanas del balotaje presidencial
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«No es un problema de falta de crudo, el problema es que no hay más capacidad de procesamiento con las refinerías que tenemos en Argentina», dijo sobre la escasez una fuente de la industria a Reuters.
Redacción | Primer Informe
Desde el domingo 29 los conductores argentinos tuvieron que buscar suministros de gasolina para llenar sus tanques en medio de la escasez de combustible más aguda de los últimos años, que ha dejado muchas estaciones de servicio desabastecidas y largas colas en los surtidores que aún funcionan.
El país sudamericano, gran productor de petróleo y gas de esquisto, sufre escasez de gasolina y gasóleo desde finales de la semana pasada por problemas internos de refino y porque la falta de dólares ha retrasado las importaciones.
Esto ha desatado la ira contra el Gobierno antes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del mes que viene entre el jefe de economía de la coalición peronista gobernante, Sergio Massa, considerado el favorito, y el libertario radical Javier Milei.
«La verdad es que trabajo con el auto y es como buscar agua en el desierto», dijo el conductor de Cabify Raúl Paretto, de 38 años. «Es angustiante porque no sabes en el día a día lo que puede pasar; vivimos un día a día».
En los alrededores de la capital, Buenos Aires, los reporteros de Reuters vieron gasolineras vacías con carteles que decían que no había más gasolina. En otros lugares, se formaron largas colas y algunas racionaron las ventas. Había, sin embargo, algunos signos de que las cosas empezaban a mejorar.
«Hoy me vendieron sólo súper, aunque no había premium», dijo el trabajador autónomo Leonardo Villa con su auto. «Pero bueno, ayer no había en ningún lado, anteayer tampoco. Al menos hoy he podido repostar».
En las tierras agrícolas de Argentina, los productores dijeron que la escasez de gasoil también mostraba signos de disminuir, clave para el inicio de la temporada de siembra de soja y maíz tardío, los principales cultivos comerciales del país.
«No está totalmente normalizado pero hay un poco más de oferta», dijo el lunes a Reuters Jorge Chemes, titular de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).
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Exportaciones amenazadas
Los directivos petroleros citaron las paradas previstas en las refinerías locales, que proporcionan el 80% del suministro nacional, y las escasas reservas de divisas del país, que han frenado las importaciones.
«No es un problema de falta de crudo, el problema es que no hay más capacidad de procesamiento con las refinerías que tenemos en Argentina», dijo una fuente de la industria, que pidió no ser nombrada por no estar autorizada a hablar con los medios.
«Encima, se necesitan dólares para pagar las importaciones y el Banco Central no los tiene. E incluso cuando importan, las refinerías tienen pérdidas vendiendo en el surtidor por debajo del precio al que compran», dijo la fuente.
El gobierno argentino ha fijado el precio local del petróleo en 56 dólares por barril, muy por debajo del precio internacional, en torno a 86 dólares, para intentar calmar la inflación local, cercana al 140%. Esto sesga la economía de las empresas que importan productos del extranjero.
Durante el fin de semana, el ministro de Economía, Massa, dijo a las petroleras que debían resolver la crisis de suministro interno antes de que finalizara el martes o el Gobierno detendría los envíos de exportación de crudo de la enorme formación de esquisto de Vaca Muerta.
«Voy a defender el abastecimiento interno, voy a defender el consumo de los argentinos», dijo.
Los mayores productores y refinadores de combustibles de Argentina dijeron en un comunicado conjunto el lunes que habían presentado un plan al Gobierno para que las gasolineras volvieran a tener pleno suministro y para aumentar las existencias.
«Utilizaremos todos los métodos posibles para acelerar la descarga de buques con combustible importado que, como todos los años, complementa la producción local», dijeron.
Los sindicatos locales respaldaron la postura de Massa y amenazaron con una huelga a partir del miércoles si no se resolvía la situación interna. Dijeron que la producción de crudo era récord y que las petroleras estaban siendo «oportunistas y mezquinas».
Información de Reuters.
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