Estas son las trampas de Maduro para controlar el legislativo en Venezuela
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En un informe, The Economist analiza las estrategias de Maduro para seguir saltándose los mecanismos legales y continuar en el poder, esta vez sin ningún partido que le haga verdadera oposición
Redacción | Primer Informe
Maduro no piensa correr riesgos para las elecciones legislativas que deben efectuarse este año en Venezuela. Para ello usa a su Tribunal Supremo de Justicia, como arma para efectuar las maniobras políticas necesarias que le aseguren el control de la Asamblea Nacional.
Así lo reseña el medio The Economist, que afirma que con una elección legislativa prevista para diciembre, el régimen acaba de dar dos grandes pasos para garantizar que esta vez no va a perder.
En un artículo titulado «Las maquinaciones de Maduro. Como el régimen de Venezuela planea ganar la elección legislativa este año», el medio inglés explica los pasos que está dando la dictadura venezolana para garantizar que los comicios no sean libres.
La actual Asamblea Nacional es el único brazo del Estado controlado por la oposición. Su presidente, Juan Guaidó, es reconocido por casi 60 países como el presidente interino de Venezuela. A Maduro se le desconoce porque manipuló los resultados en el proceso que terminó con su reelección en 2018.
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En la práctica, prosigue The Economist, Maduro ha despojado a la legislatura de sus poderes. Ahora está maniobrando para ponerlo bajo control directo del régimen.
Para ello, el análisis detalla que el 12 de junio, el Tribunal Supremo de Justicia(TSJ), un apéndice del régimen, nombró nuevos miembros para el Consejo Nacional Electoral (CNE), que supervisa las elecciones.
La reforma del CNE ha sido una demanda central de Guaidó y sus partidarios extranjeros, sin embargo, la sacudida dada por el régimen no es lo que se reclamaba.
«Tres de los cinco nuevos miembros son aliados del régimen. Los tres están sujetos a sanciones por parte de Estados Unidos y Canadá por abusos contra los derechos humanos o delitos financieros. Los otros recién llegados son miembros de la oposición que han roto con sus líderes», detalla el informe.
Asegurar un triunfo en los comicios parlamentarios requiere más. Entonces, el mismo Tribunal Supremo dictaminó que el control de un partido de oposición, Acción Democrática, debería pasar a Bernabé Gutiérrez, quien anteriormente fue expulsado de ese partido por «conspirar con el régimen de Nicolás Maduro».
Gutiérrez, además, es hermano de uno de los nuevos miembros del CNE. Al día siguiente, el TSJ suspendió y luego reemplazó a los directivos de Primero Justicia, otro importante partido de la oposición democrática venezolana.
El régimen aún no ha apuntado al partido de Voluntad Popular, de Guaidó. Pero ya el fiscal general, también al servicio de Maduro, propone calificarlo como una organización terrorista, señala el medio en su análisis sobre la situación política venezolana.
Lea el reporte completo de The Economist aquí.
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