EE.UU. inicia cacería de hackers chinos que robaban información sobre vacuna anti coronavirus
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«Supuestamente, algunas de las operaciones se llevaron a cabo para sus propios beneficios económicos, mientras que otras fueron para los beneficios del Ministerio de Seguridad del Estado de China, incluido el Departamento de Seguridad del Estado de Guangdong».
Redacción | Primer Informe
El FBI tiene en su radar a dos piratas informáticos chinos a los que acusa de espiar a EE.UU. para robar la vacuna del coronavirus.
El 7 de julio publicó un cartel de «Wanted» sobre el nombre de dos hackers chinos acusados de espiar a Estados Unidos. El retrato del primero, Li Xiaoyu, aparece en el cartel con una foto con el fondo azul en la que lleva una camiseta roja. En la casilla del otro hacker, Dong Jiazhi, únicamente hay una silueta negra. Nadie ha conseguido aún ponerle cara.
«El Tribunal para el Distrito Este de Washington acusó a Li Xiaoyu y Dong Jiazhi de su presunta participación en una larga campaña de operaciones dirigidas a las redes de empresas estadounidenses y extranjeras en una amplia variedad de industrias», reza el aviso publicado. Las operaciones irían desde intrusiones en compañías que fabrican alta tecnología hasta empresas centradas en la investigación médica para luchar contra la pandemia de coronavirus.
Concretamente, en enero y febrero, Li y Dong habrían tratado de penetrar en las redes informáticas de firmas biotecnológicas estadounidensese. «Supuestamente, algunas de las operaciones se llevaron a cabo para sus propios beneficios económicos, mientras que otras fueron para los beneficios del Ministerio de Seguridad del Estado de China, incluido el Departamento de Seguridad del Estado de Guangdong».
El Departamento de Justicia de Estados Unidos precisó además que ambos hackers habían robado información de compañías privadas de todo el mundo dedicadas a la investigación de vacunas, tratamientos y test para combatir la Covid-19, siempre bajo el paraguas del Ministerio de Seguridad de China, que ejerce como agencia de Inteligencia.
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Li (34 años) y Dong (33) se conocieron en una escuela de ingeniería eléctrica en la ciudad china de Chengdu. Se desconoce su paradero, aunque los federales norteamericanos creen que están en China. Según las acusaciones vertidas desde Estados Unidos, ambos se enfrentan a 11 cargos y llevarían casi una década «haciéndose con cientos de millones de dólares en secretos comerciales, habiendo sido descubiertos tras atacar una red del Departamento de Energía de EEUU».
Este viernes, la agencia Reuters ha desvelado que los hackers vinculados con el Gobierno chino habrían atacado en enero a la compañía de biotecnología Moderna Inc, que tiene su sede en Massachusetts y que ahora mismo es el desarrollador líder de investigación de vacunas contra el coronavirus. El Gobierno de Trump está apoyando el desarrollo de la vacuna de la compañía con casi 500.000 millones de dólares y ha ayudado a Moderna para sus ensayos clínicos previstos con 30.000 voluntarios.
Reuters confirmó que Moderna había estado en contacto con el FBI y que había sido informada de las presuntas «actividades de reconocimiento de información» del grupo de piratas informáticos chinos. «Moderna sigue altamente vigilante a potenciales amenazas a la ciberseguridad para proteger nuestra valiosa información», ha dicho Ray Jordan, portavoz de la compañía.
Con información de El Mundo.
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