Piden a farmacéuticas compartir información sobre vacunas anti covid-19
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La escasez de vacunas contra la COVID-19 en los países pobres mantiene preocupados a muchos gobiernos en todo el mundo, pues el paso lento con que se distribuyen las vacunas ya existentes pueden causar que el virus mute a formas más letales.
Redacción | Primer Informe
Algunos gobiernos del mundo en África y el sudeste asiático además de algunos grupos de ayuda y la misma Organización Mundial de la Salud (OMS), han pedido a las grandes farmacéuticas, compartir información sobre vacunas, alegando el déficit mundial de vacunas contra la COVID-19.
En Bangladesh, por ejemplo, hay una fábrica con relucientes equipos nuevos importados de Alemania, distribuidos en pasillos de habitaciones herméticamente cerrados. Este solo funciona a una cuarta parte de su capacidad esperando mayor información para trabajar en vacunas.
El detalle está en que ese conocimiento pertenece a las grandes empresas farmacéuticas que han producido las tres primeras vacunas autorizadas por países como Gran Bretaña, la UE y EEUU: Pfizer, Moderna y AstraZeneca.
Todas las fábricas siguen esperando respuestas y piden a las farmacéuticas compartir información sobre vacunas, señala la información publicada por Associated Press.
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Propiedad intelectual con mucha demanda
Las grandes empresas farmacéuticas fueron capaces de tomar el dinero de los contribuyentes en Estados Unidos y Europa para desarrollar la vacuna de forma rápida.
Estas se encuentran estudiando y negociando contratos y acuerdos de licencia exclusiva con los productores. El proceso es minucioso porque buscan proteger su propiedad intelectual y garantizar la seguridad.
¿Cual es la petición a las grandes farmacéuticas?
Algunos críticos hn dicho que ese enfoque fragmentado imprime lentitud en un momento en el que hay una necesidad urgente de detener el virus antes de que mute a formas aún más letales.
La OMS pidió a los fabricantes de vacunas que compartan sus conocimientos para «aumentar drásticamente el suministro mundial».
«Si se puede hacer eso, inmediatamente de la noche a la mañana todos los continentes tendrán decenas de empresas que podrían producir estas vacunas», dijo Abdul Muktadir, cuya planta de Incepta en Bangladesh ya fabrica vacunas contra algunas enfermedades.
En todo el mundo, el suministro de vacunas contra el coronavirus está muy por debajo de la demanda, y la cantidad limitada disponible se destina a los países ricos.
Casi el 80% de las vacunas hasta ahora se han administrado en solo 10 países, según la OMS. Más de 210 países y territorios con 2.500 millones de personas no habían recibido una sola inyección hasta la semana pasada.
¿Por qué los países más pobres pagan más que los países ricos?
A través del enfoque de trato por trato algunos países más pobres terminan pagando más por la misma vacuna que los países más ricos.
Sudáfrica, México, Brasil y Uganda pagan diferentes cantidades por dosis por la vacuna AstraZeneca, y más que los gobiernos de la Unión Europea, según estudios y documentos disponibles públicamente.
AstraZeneca dijo que el precio de la vacuna variará según los costos de producción local y la cantidad de pedidos de los países.
“Lo que vemos hoy es una estampida, un enfoque de supervivencia del más apto, donde aquellos con los bolsillos más profundos, con los codos más afilados están agarrando lo que hay y dejando que otros mueran”, dijo Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONUSIDA.
En Sudáfrica, hogar de la variante de COVID-19 más preocupante del mundo, la fábrica de Biovac ha dicho durante semanas que está en negociaciones con un fabricante anónimo sin contrato para demostrarlo.
En Dinamarca, la fábrica bávara nórdica tiene capacidad de sobra y la capacidad de producir más de 200 millones de dosis, pero también está esperando noticias del productor de una vacuna contra el coronavirus con licencia.
Las soluciones para la escasez de vacuna contra la COVID-19
Algunos gobiernos del mundo y expertos en salud han planteado dos posibles soluciones a la escasez de vacunas.
La primera es apoyada por la OMS, inspirado en una plataforma creada para los tratamientos contra el VIH, la tuberculosis y la hepatitis. Con esta buscan el intercambio voluntario de tecnología, propiedad intelectual y datos.
La intención es invitar a las farmacéuticas compartir información sobre vacunas, pero ninguna empresa se ha ofrecido a compartir sus datos.
La otra es una propuesta para suspender los derechos de propiedad intelectual durante la pandemia. Ésta fue bloqueada en la Organización Mundial del Comercio por Estados Unidos y Europa.
Esa campaña cuenta con el apoyo de al menos 119 países y la Unión Africana, pero los fabricantes de vacunas se oponen firmemente.
La solución que proponen las farmacéuticas
Las compañías farmacéuticas dicen que en lugar de levantar las restricciones de propiedad intelectual, los países ricos deberían simplemente dar más vacunas a los países más pobres a través de COVAX.
COVAX es la iniciativa público-privada que la OMS ayudó a crear para una distribución de vacunas más equitativa. La organización y sus socios entregaron sus primeras dosis la semana pasada en cantidades muy limitadas.
Pero los países ricos no están dispuestos a renunciar a lo que tienen.
Ursula Von der Leyen, directora de la Comisión Europea, ha utilizado la frase “bien común global” para describir las vacunas. Pero la Unión Europea impuso controles a la exportación de vacunas, lo que dio a los países el poder de impedir que las vacunas salieran.
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