Comerciantes venezolanos fustigan exigencia de colocar nuevas máquinas fiscales
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Empresarios y comerciantes de Venezuela afiliados a Consecomercio, advierten que el país no está en las mejores condiciones para instalar los equipos que en definitiva serán para reportar impuestos al régimen chavista
(Primer Informe)
En las últimas semanas se ha levantado una polvareda entre los empresarios y comerciantes venezolanos que se oponen a la exigencia del Seniat que los está obligando a colocar nuevas máquinas fiscales.
Representantes de todos los gremios como Fedecámaras, Conindustria y Consecomercio han insistido en la inconveniencia en este momento de implementar las máquinas fiscales, dado que las empresas están enfrentando momentos de baja productividad a causa de la recesión económica tan profunda que atraviesa Venezuela.
El presidente de Consecomercio, Felipe Capozzolo, remarcó que «en para ser un buen contribuyente, la condición fundamental es generar riqueza, y eso no está pasando, pues la situación del comercio en Venezuela es muy precaria».
El empresario insistió en que la exigencia de nuevas máquinas fiscales al sector es inaplicable; al tiempo que reiteró la negativa del Seniat en dar respuesta a la solicitud formal de derogar la providencia que ordena el cambio de estos equipos. «Yo espero que la respuesta no sea una ola de fiscalizaciones arbitraria e injusta», aseveró.
Felipe Capozzolo reiteró que el sector comercio así como todos los sectores de la economía nacional, está atravesando por el peor momento de su historia. Puntualizó que desde 2013 se viene registrando una caída continua y las propias cifras del Banco Central de Venezuela indican una contracción de 75% acumulada del sector al PIB nacional.
Capozzolo indica que el llamado de Consecomercio a las empresas es que sigan cumpliendo con sus deberes formales con las máquinas fiscales que ya poseen y que están avaladas por el Seniat.
Analistas económicos han advertido que en este momento es difícil para las empresas adquirir los equipos, por cuanto la inversión mínima supera los 6 millones de bolívares, algo muy cuesta arriba sobretodo para las pequeñas y medianas empresas. Adelantan que en todo caso, se les debe dar créditos para comprar las nuevas máquinas fiscales.
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