Intelectuales españoles también se pronuncian contra el totalitarismo de la izquierda progresista
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El extremismo de la izquierda pretende la negación de la historia al pedir la cancelación de figuras como Cristóbal Colón.
Redacción | Primer Informe
Luego de alimentar el monstruo de la corrección política durante décadas, destacadas figuras intelectuales de la izquierda y del establishment cultural estadounidense se pronunciaron a principios de julio en favor de la tolerancia a la opinión disidente.
En solidaridad, ante la adversa respuesta del público izquierdista en los Estados Unidos, intelectuales españoles, autonombrados como de izquierda liberal y democrática, han replicado el mensaje de sus contrapartes norteamericanos.
En una carta pública expresaron su preocupación por el clima de intolerancia, censura y pensamiento único que se impone en el mundo. Nombres como Mario Vargas Llosa, Fernando Savater, César Antonio Molina, Mercedes Monmany,Luis Alberto de Cuenca, José Manuel Blecua, entre otros, firman la misiva.
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Todavía está por verse como reaccionará el público al que precisamente va dirigida la carta. En EE.UU, el hecho de que figuras como Salman Rushdie, Francis Fukuyama, Noam Chomsky y J.K. Rowling estuvieran firmando el texto, no hizo nada para aplacar la furia del intransigente activismo que encarnan movimientos como Black Lives Matter o Antifa.
Contra la intransigencia y el dogmatismo
En la carta, los intelectuales expresan su «preocupación por el uso perverso de causas justas para estigmatizar a personas que no son sexistas o xenófobas o, más en general, para introducir la censura, la cancelación y el rechazo del pensamiento libre, independiente, y ajeno a una corrección política intransigente».
La carta denuncia las represalias en los medios de comunicación contra intelectuales y periodistas que han criticado a los abusos oportunistas del «#MeToo o del antiesclavismo new age. También advierte que la intransigencia y dogmatismo del movimiento del movimiento terminarán por aplazar las mismas causas justas por las que dice luchar.
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Mercedes Monmany, una de las firmantes dijo: «Estamos llegando a unos niveles de histeria exagerados, copiando los métodos totalitarios de las dictaduras. Ha llegado a un punto de delirio: derribar y pintar estatuas, la petición de que Colón no descubra América. Un proceso que nos lleva directamente al analfabetismo cultural».
Fernando Savater cree que hay que denunciar ese truco de apellidar “fobia” a toda aquella crítica que molesta por lo acertado y se refiere a lo supuestamente intocable. Así que hay homofobia o xenofobia, «pero nadie habla de nazifobia».
Luis Alberto de Cuenca subraya la importancia de este manifiesto: «La corrección política ha hecho de este mundo un paisaje desolado. Hay cierto clima de represalia sobre aquel que se escapa de la corrección política».
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