Así infiltró la DEA la conexión Nicolás Maduro-Cartel de Sinaloa
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La acusación de Estados Unidos contra Maduro detalla cómo un líder de las FARC pactó entregar droga a los agentes de la DEA que se hicieron pasar por narcos del cártel de Sinaloa.
Redacción | Primer Informe
La acusación federal por narcotráfico en contra de Nicolás Maduro, que también incluye a otros altos funcionarios del régimen chavista, como Diosdado Cabello, relata cómo agentes infiltrados de la DEA se hicieron pasar por integrantes de la facción del cártel de Sinaloa, al servicio del narco Rafael Caro Quintero, para engañar a enviados de Maduro.
Recordemos que la orden de captura de los Estados Unidos por el entramado del cártel de los Soles, también incluye a los guerrilleros de las FARC, Luciano Marín, alias Iván Márquez y Seuxis Hernández Solarte, alias Jesús Santrich, quienes, de acuerdo a las investigaciones realizadas por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, formarían parte activa en el cártel que encabeza el auto denominado ‘hijo de Chávez’, Nicolás Maduro.
La gran misión que tuvo la DEA al lograr infiltrarse entre activos de las FARC y del ejército venezolano fue realizada entre 2016 y 2017, cuando el grupo narco terrorista estaba en plenos diálogos que los llevarían a la desmovilización y luego a su refundación como partido político.
El documento al que tuvo acceso el portal mexicano Milenio, explica:
“A partir del 2017, aproximadamente, después de pretender negociar acuerdos de paz con el gobierno colombiano en nombre de las FARC en o alrededor de 2016, HERNÁNDEZ SOLARTE acordó proporcionar una cantidad de varias toneladas de cocaína a fuentes confidenciales de la DEA para que las drogas pudieran importarse a los Estados Unidos. Las fuentes pretendían trabajar para Rafael Caro Quintero, un narcotraficante mexicano que participó en la tortura y asesinato en 1985 del agente de la DEA Enrique ‘Kiki’ Camarena”.
El gran engaño
Según la grabación del encuentro entre el colombiano de las FARC y los infiltrados de la DEA, Jesús Santrich “se refirió al asesinato de Camarena al describir a Caro Quintero como la persona que había matado al ‘hijo de puta de la DEA’”.
En junio del 2018 fuerzas armadas colombianas arrestaron provisionalmente a Hernández Solarte después de la solicitud realizada por la Oficina del Fiscal del Distrito Sur de Nueva York, basada en la conspiración de importación de cocaína, relacionado con el acuerdo que el guerrillero sostuviera con las fuentes confidenciales de la DEA; pero no mucho después Santrich fue liberado y actualmente es un prófugo de la justicia.
Maduro defiende y protege a su narco
Al pasar un año desde que las autoridades estadounidenses presentaron una acusación formal contra Hernández Solarte por tráfico de cocaína entre 2017 y 2018, la vida de Santrich cambiaría pues para julio del año 2019 Maduro ofreció cobijo y protección al narcotraficante.
“Alrededor de julio de 2019, Maduro Moros y Cabello Rondón asistieron a una conferencia de prensa grabada en video en la que Maduro Moros anunció que las FARC, y en particular Marín Arango y Hernández Solarte son bienvenidos en Venezuela”, detalla el fiscal Geoffrey Berman.
Al mes siguiente Iván Márquez, líder de las FARC, graba un video junto a Santrich para decir que el grupo narcoterrorista “estaba comenzando una ‘nueva fase’ de su ‘lucha armada’”.
Este tipo de operaciones de la DEA son comunes para obtener información sobre la vida interna de los cárteles, que luego resultan en pruebas contundentes para dar con las cabezas o líderes de estas organizaciones criminales.
La acusación de las autoridades estadounidenses contra la cúpula del gobierno de Nicolás Maduro por narcotráfico, también aclara que las FARC tienen tratos con el chavismo para producir y distribuir cocaína sembrada en las fronteras de los dos países, vigiladas y custodiadas por un aparato militar y paramilitar dependiente del Estado venezolano.
Pueblos venezolanos controlados por mexicanos
Un reportaje publicado por el portal InSight Crime revela que el Cartel mexicano se aloja en un pueblo llamado Machiques de Perijá, en el noroeste del estado de Zulia al occidente de Venezuela.
“Los residentes locales cerca de la frontera con Colombia dicen que la presencia de mexicanos es tan fuerte que la ciudad ha sido renombrada extraoficialmente como Sinaloa”, reseña InSight Crime.
Fuentes habrían revelado a InSight Crime “una serie de pruebas que, según dicen, confirma la presencia de grupos criminales mexicanos. Los ganaderos, los fabricantes locales y los residentes han presenciado la entrada de vehículos de lujo a la ciudad, fiestas a todo volumen, una mayor demanda de prostitución y otras anomalías que han cambiado la vida cotidiana”.
“Sinaloa no es solo un nombre aleatorio, muchos de los pilotos [de los aviones de drogas] son mexicanos. Los hemos visto hablando en hoteles, y una persona con este acento es fácil de recordar. Llaman a esta ciudad nuestra, Sinaloa ”, dijo un local a InSight Crime bajo condición de anonimato.
De acuerdo con el reportaje, los mexicanos que se han asentado en Venezuela han presionado para convertir las pistas de aterrizaje básicas en lugares con capacidad para la circulación de aviones que circulan grandes cantidades de dinero y drogas.
Según investigaciones los traficantes mexicanos en Venezuela pueden haber tomado alrededor de 400 pistas de aterrizaje clandestinas solo en el estado Zulia fronterizo con Colombia; esto con la ayuda del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y de la Fuerza Armada de ese país.
(Con información de los portales Milenio e Insight Crime)
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